martes, 22 de abril de 2014

Gabriel García Márquez

SE DESPIDE UN GENIO

22 de Apr, 


Gabriel García Márquez 

Ha enviado una carta de despedida a sus amigos, y gracias a
internet está siendo difundida.




Os recomiendo su lectura, porque es verdaderamente conmovedor este corto texto escrito por uno de los latinoamericanos más brillantes de los últimos tiempos. Dice así:

“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera

posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.
.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo,
me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto,
no solamente mi cuerpo, sino mi alma

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.


A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido


Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…., He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.


He aprendido que  un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.


Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.


Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma


Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.


El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si  mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.


Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”,  “por favor” , “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.


Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.


Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.

Gabriel García Márquez

Pásalo a quién te importe, si no mañana será igual que ayer y les habrás privado de leer este texto lleno de sabiduría.

lunes, 21 de abril de 2014

Semana Santa..Dos manos.Pedro Miguel Lamet





Ahorradme las palabras, habría dicho.
¿Puede el fuego guardarse en una arqueta?
Despojad de artificio este milagro
de Hombre en despedida.



Y quedaron sus manos en un gesto
de cascadas y mar en precipicio,
un cosmos encerrado en una hogaza
que se parte en silencio.



Dos manos que aún estaban casi intactas.


Pedro Miguel Lamet, SJ           


Del libro: Las palabras pequeñas. - Estella (Navarra), 1992
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Publicado con permiso del autor.
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